Año tras año la historia se repite: Un niño, una amiga, un novio quieren un perro, una tortuga, un gato o algún animal exótico que vieron en algún lado y ¡suertudos ellos! Se les concede el regalo.
Después de la emoción de las fiestas y cuando la novedad pasa; en la mayoría de los casos pasa a convertirse en un inconveniente, una carga, una responsabilidad no deseada y es abandonada a los pocos meses. Solo piensa que el 70% de los perros callejeros tuvieron dueño.