El poder del Ajonjolí
El ajonjolí, que también se conoce como sésamo, es la semilla aceitosa de la planta oleaginosa de la especie Sesamum indicum L. No se sabe su lugar de origen, pero hoy en día se conocen 12 especies en África tropical y en India. Hay distintas variedades que se pueden distinguir por el color de la semilla, desde las más blancas hasta la negra.
En México se cultiva ajonjolí en varios estados de la República, principalmente en Sinaloa, Sonora, Oaxaca, Chiapas y Guerrero.
La mayoría del ajonjolí que se produce a nivel mundial se utiliza para generar aceite comestible. Su baja promoción para consumirlo como semilla ha limitado su expansión, pese a la relativa facilidad para cultivarlo.
Beneficios de consumir ajonjolí
Las grasas del ajonjolí son el omega 3 y omega 6. Cuando se consumen en la proporción adecuada (el doble de omega 6 que de omega 3) promueven la disminución del colesterol LDL y de triglicéridos, protegiendo así de enfermedades del corazón.
Es importante aumentar nuestro consumo de omega 3 y el ajonjolí junto con la linaza y algunos pescados son una excelente opción.
Además, el contenido de fibra soluble de las semillas de ajonjolí (cascarilla) potencia el efecto cardioprotector y ayuda a controlar la glucosa en sangre.
Se acostumbra tostarlo, aunque se recomienda que sea un tostado ligero para preservar sus características nutrimentales.
Se recomienda consumir en cantidad moderada, máximo dos cucharadas al día, así puede formar parte de la alimentación diaria por los beneficios ya mencionados.
Tahin es el nombre turco del ajonjolí. Con o sin cáscara se utiliza particularmente en la cocina oriental para salsas y pasteles dulces. Si bien forma parte de múltiples postres, también puede formar parte de ensaladas, guisos y el tradicional mole poblano.