Cúrcuma, la especia mágica
Esta especia enciende tu sistema inmunológico de forma sorprendente. Además su poder antinflamatorio la convierte en una gran aliada frente al dolor, los problemas digestivos y el envejecimiento. Y sin efectos secundarios.
La cúrcuma es una raíz de la familia del Jengibre. Su hermoso y llamativo color amarillo anaranjado, no solo sirve como pigmento. Este color se lo debe a la curcumina, el fitoquímico que le otorga las propiedades antinflamatorias, antioxidantes y estabilizadora de los niveles de azúcar.
Desde tiempos remotos ha sido utilizada, con muy buenos resultados, como protector estomacal, estreñimiento, cólicos, colon irritable y enfermedad de Crohn. Su efecto antinflamatorio disminuye el riesgo de úlceras, sangrado. A si mismo elimina la irritación de las paredes intestinales.
Si sufres síndrome premestrual, cólicos, dolor en el zona lumbar, hinchazón, sangrado excesivo y cambios de humor, la cúrcuma es un excelente aliado para desinflamar y como calmante.
Debido a que los componentes de la cúrcuma estimulan el sistema linfático, mejora la función del hígado y se reducen los niveles de toxicidad en el cuerpo.
La vitamina B6 inhibe la producción de homocisteína que puede conllevar problemas del corazón y la curcumina reduce el colesterol.
Protege las neuronas del estrés oxidativo y contribuye a prevenir la degeneración cognitiva.
Ah! Y también sirve para dar sabor a tus platillos. Esta especia que sazona y alivia, no puede faltar en tu cocina.