Bambú: La planta del milenio
Entender las virtudes del bambú llevó a que recientemente la ONU nombrara al bambú la planta del milenio. No se refirió al bambú nombrándola la planta del año, ni de la década, ni del siglo. ¡La nombró “la planta del milenio”!
Desde el punto de vista ambiental el bambú se utiliza para fijar y proteger suelos, como regulador hídrico, depurador de aguas, barrera contra incendios, barrera de ruidos, limpiador de aire. El bambú es el mayor y más rápido captador de carbono y el recurso maderable de más rápida reposición.
Por qué el bambú es tan bueno para el medioambiente
El conjunto de rizomas (tallos subterráneos) hacen una red tan fuerte que constituyen un excelente medio para fijar suelos y protegerlos de todos los tipos de erosión, ya sea en laderas empinadas o al borde de ríos y arroyos. Las hojas que se renuevan generan un mulch o mantillo que protege y abona la tierra mejorando su fertilidad.
Junta agua en los entrenudos en época de lluvias y la va liberando de a poco en época de sequía, por esta razón es un gran regulador hídrico, que evita inundaciones y aporta agua cuando hace falta.
Es usado para depurar aguas grises y aguas negras, con una capacidad extraordinaria.
Una caña madura recién cortada, pesa entre tres y cuatro veces más que la misma caña seca. ¿La razón? El agua que contiene en los entre nudos y en las paredes. Como tiene tanta agua, no se prende fuego. Por eso es una excelente cortina contra incendios. Pero hay que saber que una vez que la caña muere, si no es cosechada, se seca y es muy inflamable, por lo que un bambusal abandonado no siempre es efectivo como barrera contra incendios.
En Europa se están cultivando bambúes al costado de los caminos y autopistas, por su capacidad de frenar los ruidos y limpiar el aire, las hojas atrapan las partículas suspendidas en el aire y cuando el bambú renueva las hojas, estas caen y se compostan y las partículas pasan a formar parte de la tierra.
Por la continua forma de crecer, el bambú es el cultivo que más carbono toma de la atmósfera, ahora que la tierra presenta evidencias cada vez más claras del calentamiento global producido por el aumento de gases de carbono que producen el efecto invernadero.
Es resistente a los huracanes, pierde las hojas pero no las cañas. Las hojas vuelven a brotar.
Con el bambú se fabrica carbón activado de muy buena calidad y bajo costo, que es un insumo básico para fabricar filtros de agua para consumo humano.
De muchas variedades se utilizan los brotes para consumo humano, si bien esta no es una característica ambiental directa, pero sí es otra de las cualidades que lo hacen sustentable. En un cultivo de bambú se habla del doble propósito cañas y brotes.
Con el carbono fijado en sus cañas, el bambú genera una fibra de extraordinaria calidad con la que se puede obtener el más rápidamente renovable recurso maderable. Es innumerable la cantidad de cosas que se pueden fabricar con la madera de bambú. Estimaciones serias sostienen que cuando se haga efectiva la legislación que protege los pocos bosques nativos que quedan, la única madera que se podrá comercializar por muchos años será la de bambú.
La producción de nuestros cepillos dentales no afecta a los Pandas debido a que están fabricados con la especie de Bambú MOSO. Las hojas de este tipo de bambú crecen a partir de los cinco metros lo que las hace de muy difícil acceso y no sirven de alimento para los Pandas que buscan especies con hojas bajas y accesibles.