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Fruta y verdura “FEA”: Los alimentos tampoco se salvan de absurdos cánones de belleza

Desde pequeños estamos acostumbrados a ver las estanterías de los supermercados llenas de frutas y verduras que, a la vista, tienen unas formas, texturas, brillo y unos colores perfectos.  Acorde con lo que se supone que deben cumplir desde el punto de vista “estético”.

Gracias a los cánones de belleza impuestos por las cadenas de supermercados y a que ahora exigen los consumidores, un tercio de los alimentos producidos, un 1.300 millones de toneladas, se desperdician. Zanahorias deformes, limones abultados, tomates con bultos, toronjas imperfectas son rechazadas porque no gustan, generan desconfianza y en la mayoría de los casos los consumidores piensan que “están podridas o malas”.

Debido a que las frutas y verduras “feas” no se venden son desechadas por los productores en las etapas de post-cosecha. Se descartan aquellas que son de tamaño más pequeño al estándar, las abolladas, con marcas inusuales y deformes. Lo que nos lleva a un desperdicio masivo no solo de alimentos sino también de recursos como desgaste de suelo y perdida de nutrientes, mono cultivos que utilizan mucho más químicos para que los alimentos crezcan “como deben verse”, agua, gases tóxicos y tiempo.

 

¿Las frutas y verduras “feas” son igual de buenas y nutritivas?

SI. Un producto rechazado por razones estéticas es igual de nutritivo y seguro que uno “guapo”. El sabor y propiedades nutritivas no se ven afectadas y son 100% comestibles.

 

Las frutas y verduras orgánicas o agroecológicas de Ciengramos

Nuestras frutas y verduras orgánicas o agroecológicas se cultivan de forma natural, no están genéticamente modificadas para verse de cierta forma, color, brillo, textura o tamaño, sin pesticidas, sin químicos. Además tienen la oportunidad de crecer y madurar en el árbol o tierra para llegar a tu casa lo más cercano a que si lo obtuvieras tú mismo de la naturaleza.

Son frutas y verduras que en la mayoría de los casos no cumplen con los cánones de bellezas establecidos:

Son más pequeñas debido a que es el tamaño natural de los alimentos.

Tienen defectos cosméticos, debido a los insectos y la fauna a su alrededor (Ya que no se utilizan químicos para su cuidado).

Otras veces estos defectos se deben a algún estrés que sufrió la planta por la exposición al sol, la lluvia o alguna inclemencia del tiempo.

En este caso la apariencia, que es uno de los parámetros que más se percibe y más valora el consumidor, no tiene ninguna relación con la calidad, sabor y valor nutricional de los alimentos.

Cambia la percepción de la fruta y verdura “fea”, la mayoría de las veces es mucho más rica y jugosa. Deja al lado los prejuicios porque no sabes de lo que te estás perdiendo.

 

¡Nunca juzgues una fruta y verdura por su apariencia!

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